La población infantil respira aire contaminado en nuestras ciudades. Estas emisiones tóxicas son especialmente nocivas para la salud infantil, causando daños permanentes a sus pulmones, aún en desarrollo.
La contaminación del aire puede provocar:
- Asma
- Enfermedades pulmonares crónicas y retrasos madurativos
- Cancer
- Ansiedad y depresión
- Déficit de atención y dificultades para concentrarse
Y esto son solo algunos de los posibles daños– de hecho, la investigación científica muestra que la contaminación del aire puede perjudicar todos y cada uno de los órganos del cuerpo.
Por el bien de la salud y el futuro de nuestros hijos e hijas, es hora de actuar. Únete para pedir a los líderes europeos que establezcan objetivos claros y ambiciosos para reducir la contaminación del aire completamente alineados con lo que la ciencia nos dice.